¿QUÉ ES LA DELEGACIÓN?
"La delegación es una transferencia de tareas, funciones, atribuciones y autoridad, que se realiza entre una persona que ocupa un cargo superior, a un inferior jerárquico para que opere en un campo limitado y acotado, normalmente con un objetivo específico". [Musso 2005]
La delegación es una de las principales cualidades que debe poseer un buen líder, ya que si no sabe cómo delegar, o no lo hace de la manera correcta, es decir tomando en cuenta las habilidades de sus colaboradores, lo más probable es que sus resultados no serán los esperados.
La delegación permite la colaboración del equipo y maximiza la motivación en los trabajadores, puesto que para designar una tarea se requiere transmitir confianza a quien se encomienda para tener garantía de su realización.
El jefe que no aplica la delegación, que prefiere realizar las actividades a su manera o que no quiere compartir sus conocimientos, además de sufrir de estrés, no tendrá un crecimiento personal ya que al intentar hacer todo por sí mismo no tendrá tiempo para mejorar, por esta y más razones la delegación es indispensable para una dirección eficaz.
El jefe que no aplica la delegación, que prefiere realizar las actividades a su manera o que no quiere compartir sus conocimientos, además de sufrir de estrés, no tendrá un crecimiento personal ya que al intentar hacer todo por sí mismo no tendrá tiempo para mejorar, por esta y más razones la delegación es indispensable para una dirección eficaz.
¿QUÉ ES EL FACULTAMIENTO?
Facultamiento significa delegar autoridad a las personas para realizar con éxito las actividades que desean, en vez de obligarlas a hacer lo que uno quiere, sin necesidad de recurrir a consultar con niveles superiores.
Facultar al empleado es aprovechar sus capacidades y conocer sus límites, incrementar su satisfacción en el trabajo y su productividad, haciéndose cargo de sus responsabilidades.
Las evidencias demuestran que los empleados con facultamiento son más productivos, están más satisfechos y son más innovadores que lo empleados sin facultamiento.
Una situación especial en la que el facultamiento es esencial es en la delegación de responsabilidad.
Facultar al empleado es aprovechar sus capacidades y conocer sus límites, incrementar su satisfacción en el trabajo y su productividad, haciéndose cargo de sus responsabilidades.
“Su objetivo principal es fomentar la participación activa de los individuos para construir de una forma activa y conjunta una organización, en la que los individuos sean conscientes, se sientan competentes y sean realmente los constructores activos de su presente y futuro.”
Una situación especial en la que el facultamiento es esencial es en la delegación de responsabilidad.